Catriela Soleri

Me sumerjo profundo, bien profundo entre el humo de tus ojos de hierba. Una mirada, y mi respiración se detiene como víctima de tu horca.

Porque siempre es mejor perder que ganar, porque siempre se recuerdan las lágrimas, antes que las risas. Te llevaré siempre en mis sales.

Ándate al cielo en globo, dicen por ahí que existen cielos de mermelada, tan oníricos como tú y yo secando el tiempo con pinzas, en medio de paredes blancas.

Me enseñaste que las estrellas no se detienen, y yo siempre quise pedirte que te sentaras a observarlas, mientras la vida pasa. Porque es cierto, nunca se detienen.

Déjame moribunda, así me serás más fácil de olvidar. Aléjate ya de mi vida, precioso ser de las tinieblas, los reflejos, los contrastes y texturas.
Catriela Soleri
Catriela Soleri
Catriela Soleri


Lo admito, soy joven e idiota.
Toda mi vida la he manejado de la manera correcta, arriesgarse no va conmigo; las cosas como deben ser y hacerse, así ha transcurrido mi vida durante 18 fugaces años.

Ahora que atravieso por la que quizá ha sido y será la crisis existencial más severa de mi vida, no entiendo nada, ni siquiera lo que siento.

Mi mente es como una gran gama de colores brillantes que dan vueltas descontroladas; lindos colores que han sido opacados por mi sensatez, hasta aparentar ser simple y llanamente una escala de grises, que comprimidos en una rebeldía tonta, solo me han aislado de la única realidad que el mundo común permite vivir.

No soy artista, no soy filósofa, no soy intelectual. Yo soy solo apariencias. Soy máscaras que han eliminado todo recuerdo de la creación “original”. No se quien soy, ni lo que realmente siento. Solo se que soy exactamente igual a ustedes.
Somos todos, prefabricados de una mente perversa que hace girar y gritar (aunque de forma muy extraña) a nuestra sociedad.

Vivir no tiene sentido; y pensar, es aprender que jamás hay suficientes respuestas, vivir es solo eso. Vivir no es para todos. Vivir es morir constantemente.

Adscribirse a una idea que calme mi ansiedad por respuestas, significaría narcotizarme para no sentir, pero peor aun me parece la idea de amoldarme perfectamente a este postmodernismo en que vivimos.

Estoy harta de discutir la vida ajena, de profundizar en la filosofía de vida de personas que no tienen un vínculo tangible conmigo. Estoy cansada de buscar.
Dedicarme a respirar, solo conseguiría arrojarme a ese nihilista círculo de personas que se limita a vivir plácidamente, en este contaminado siglo. ¿Qué se hace… cuando no se quiere pertenecer a un grupo o definición exacta y específica?

¿Qué se hace… para aceptar a la familia, la edad, el entorno, la gente, y la propia vida?
Quiero una vida que no me exija vivir.
Quiero una vida llena de emociones enérgicas.
Quiero callar a este monstruo de mi mente.

Catriela Soleri













No,
ya no pude esperar un día más.
Catriela Soleri

Un mes. Y nada.