Dos mentes confeccionadas a la medida, corazones que revolotean por todas partes recordando el pasado manchado de infortunio.
Un amor onírico que se enciende con la misma ansiedad con la que un adicto hace presa a su último cigarrillo.
Muchas manos amenazando con tomar las tazas que contienen el café; ese que conoce su destino dentro de las entrañas de quien le ha perdido el gusto a dormir.
Insomnio, cigarrillos, amor y café; temas recurrentes en cada uno de mis sueños poéticos.
Como en Hollywood…
¿El final será siempre el mismo?