Catriela Soleri

Estas vacaciones decidí emplearlas para nutrirme de historias ajenas. Ver películas y anime, escuchar música,  y leer.  Lo hago porque no soy quien para escribir, no se cuantas veces lo he dicho, y sigo insistiendo. Pero ahora si, descansarán por un tiempo de mis intentos.

Guardaba esta canción para una ocasión acorde, pero ya que no la vislumbro cercana, se las presto un rato.






Me vuelve loca, es hermosa y graciosa, es la más reproducida en mi itunes, es tango, la letra es de Jean Claude Carrière, la música de Piazzolla, y es más fácil para cantar, que “La vie en rose”.
Catriela Soleri

-Conoceré a alguien que me quiera con toda su alma los trescientos sesenta y cinco días del año-. Estaba en quinto o sexto de primaria cuando lo decidí-

-¡Qué fuerte!- exclamé admirado-. ¿Y lo has conseguido?
-No es tan fácil como creía- reconoció Midori. Reflexionó un momento contemplando el humo-. Quizá sea por haber esperado tanto tiempo, pero ahora busco la perfección.
Por eso es tan difícil.

-¿Un amor perfecto?
-¡No, hombre! No pido tanto. Lo que quiero es simple egoísmo. Un egoísmo perfecto. Por ejemplo: te digo que quiero un pastel de fresa, y entonces tú lo dejas todo y vas a comprármelo. Vuelves jadeando y me lo ofreces. -Toma, Midori. Tu pastel de fresa-, me dices. Y te suelto: -¡Ya se me han quitado las ganas de comérmelo!-. Y lo arrojo por la ventana. Eso es lo que yo quiero.

-No creo que eso sea el amor- le dije con semblante atónito.
Sí tiene que ver. Pero tú no lo sabes –replicó Midori-.
Para las chicas, a veces esto tiene gran importancia.
-¿Arrojar pasteles de fresa por la ventana?
-Sí. Y yo quiero que mi novio me diga lo siguiente: -Ha sido culpa mía. Tendría que haber supuesto que se te quitarían las ganas de comer pastel de fresa. Soy un estúpido, un insensible. Iré a comprarte otras cosa para que me perdones. ¿Qué te apetece? ¿Mousse de chocolate? ¿Tarta de queso?-

-¿Y qué sucedería a continuación?
-Pues que yo a una persona que hiciera esto por mí la querría mucho.





MURAKAMI, Haruki.
“Tokio blues. Norwegian wood”
Tusquets editores México S.A. de C.V
México, 2008
PP. 106 y 107
Catriela Soleri

Justo ahora viene a mi mente una gran enseñanza de mi profesor de fotografía, quien me dijo que mi umbral de fracaso era muy pequeño, sensible, y débil. Cuando yo estuve a punto de dejar la fotografía, solamente porque del primer rollo que revelé se perdieron poco más de la mitad de las fotos, y luego de un experimento para rescatarlas, se perdió en su totalidad el trabajo de mi amiga y mío. 


Cada vez que estoy a punto de desertar, recuerdo ese momento; el sol, mi frustración, la cara de mi profesor, y mi nudo en la garganta. Así que ahora siempre intento la mayoría de las cosas hasta donde me es posible, claro, cuando la situación solamente depende de mi.

Y si estoy pensando en esto justo ahora, es porque me he dado cuenta de que esta no es la primera ocasión en que me topo con alguien que deja que las cosas inconclusas.

Pero como esta responsabilidad no me corresponde solamente a mi, yo no me voy a recuperar para nadie. 

Catriela Soleri



Fue difícil elegir que “episodio” mostrarles, pues hay muchos muy buenos que ésta noche, me salvaron de un suicidio inminente –mentira- bueno, pero la verdad si me animaron bastante la noche. Ya casi son las 7.00 a.m.

No se a que hora empecé a leer este maravilloso webcomic, pero hace un rato que lo terminé, y solamente espero que sea viernes para llenar piñatas de dulces, y reír con las nuevas aventuras de los personajes de BUNSEN.

Jorge Pinto ha hecho un excelente trabajo; hace muchísimas referencias a Los Simpsons, a los Beatles, y menciona a personajazos como Carl Sagan. Ojalá y aparecieran Los Dragones del Edén, al menos una vez <3

Chéquenlo. De verdad vale la pena. Y si no les gusta, entonces tienen el cerebro atrofiado.

Catriela Soleri

No consigo dejar de pensar en ese nombre.
Diez minutos han pasado desde que mi mente lo pronunció, y se expande de manera alarmante en mi cabecilla. 


No conozco a nadie llamado así.


¿Por qué no puedo dejar de pensarlo?