Catriela Soleri

Ahí estaba ella, una morena preciosa esperando a ser vista entre sus congéneres.

De inmediato la noté fingiendo para enternecer. Es muy lindo seguirle el juego, dejarse seducir..

Pero tendría que ser muy tonta para creer que ese vestido rojo que le enfunda la belleza, no es reflejo de su altanería y dominancia.


Y mientras yo sueño con descubrirle esas curvas (que pretenden esconderse) en una noche de arrebato y pasión, ella se acerca cadenciosamente. Se me ofrece.





Debería beberla completa,
aunque me haga mal
...

1 Response
  1. Anónimo Says:

    siempre es bueno un poco de maldad