Catriela Soleri

Cuatro muchachos peinados de manera muy similar con un flequillo que casi cubría sus ojos, abrigados con gabardinas negras, y las mejillas rosadas, se miraban con complicidad.

Su comportamiento me parecía extraño, y mis dudas se acrecentaron cuando se escondieron entre unas plantas (muy coloridas a pesar de la fría estación que vivíamos). Ahora que lo pienso... parecían foráneos.

Se podía respirar la humedad londinense en cualquier lugar, pero parecía que en aquel parque se concentraba especialmente ese peculiar aroma.

Reanudé mi lectura intentando olvidarme de aquellos jóvenes; pero solo fingí leer, pues mi mente no se concentraba y la sospecha no se disipaba.

La tensión me obligó a levantarme de la mojada banca. Salí del parque, tomé un autobús y bajé cerca de una cafetería a la que momentos más tarde entré.
Solo un buen café lograría distraerme.


Jamás supe que tramaba aquel cuarteto…
6 Responses
  1. Anónimo Says:

    Cual parque?


  2. Anónimo Says:

    Strawberry Fields naturalmente !!


  3. "Living is easy with eyes closed, misunderstanding all you see..."

    Tengo que comprar ese disco!!!


  4. Anónimo Says:

    Compralo pues. Y enrolate en el tour de magia y misterio.